Aneurisma recurrente (I)

Por Fernando Marcos Álvarez Díaz

Hace justamente ocho años, fue a principios de septiembre cuando tuve mi primer cirugía de aorta. consistió en el cambio de válvula aórtica y raíz aórtica por un tubo con una válvula mecánica.

El cirujano fue entonces el Dr. Valentín Herrera. Hacía unos meses que iba siendo valorado periódicamente el crecimiento del aneurisma con estudios de imagen, hasta que, de forma programada, llegó el día de la cirugía. El resultado fue buenísimo, mi recuperación fue muy buena y en pocos meses mi calidad de vida mejoró enormemente. Me volví fan de la bici, y todos los días salía a correr con Nina, mi mascota.
En abril pasado, en un estudio de ecocardiografía encontraron que mi aorta se había dilatado nuevamente pero ahora en el nivel del abdomen, por debajo de donde conecta con los riñones y arriba de done se divide para cada una de las piernas. Aneurisma Aórtico Abdominal, con una dilatación de 4.8 cm. Entonces mi próxima cita con el cardiólogo estaba programada hasta enero de 2013, el doctor que realizó el estudio me dijo que había que adelantar la cita. En mayo me fui de vacaciones a Suecia y regresé a fines de junio. A principios de julio, en una tomografía el aneurisma tenía ya una medida de 6 cm. Y el cardiólogo me habló de la cirugía. El margen de tolerancia para un aneurisma de este tipo es de 5 cm y yo ya me había pasado, con el riesgo de una ruptura de la aorta, lo que complicaría mucho la situación. La indicación fue reposo y tratamiento con losartan y metoprolol para mantener una presión arterial y ritmo cardiacos en niveles bajos. Y a esperar la cirugía que, me decía el doctor, podría ser en enero de 2013. En tanto valorarían cuál de los dos procedimientos posibles convenía más en mi caso.

Cuáles eran esos dos procedimientos?
Uno: La cirugía abierta en el abdomen, abriendo la arteria aorta y colocando un tubo de fibra de dacrón en su interior y revestido nuevamente con la pared de la arteria. Este procedimiento proporciona firmeza a ese sector de la arteria que se encuentra debilitado y recupera su tamaño y firmeza. La cirugía dura alrededor de cuatro horas, con anestesia general y canalizado en una arteria por donde se proporcionan líquidos y medicamentos, con intubación para ayudar a la respiración por medio de un respirador artificial. Luego del quirófano pasa uno a terapia intensiva y cuando sea posible respirar por uno mismo se retira el tubo y si se encuentra estable pasa a terapia intermedia por unos días mas y por último a piso, donde se recupera uno hasta obtener el alta del médico y salir del hospital.
Dos: el procedimiento endovascular. Consiste en una incisión en la ingle, por donde se llega a la arteria femoral y se introduce una guía que se conduce hasta el interior de la Aorta en el segmento donde se encuentra el aneurisma, con la ayuda de monitores de radiología este procedimiento lo lleva a cabo un médico intervencionista y auxiliares. Una vez ubicada la guía se introduce un catéter el cual lleva en la punta una pequeña esfera que una vez ubicada en su sitio se va extendiendo por las paredes internas de la arteria formando una malla metálica en el interior de la arteria ( stent ) dándole forma y firmeza a esa parte donde se encontraba la dilatación e incluso más abajo cubriendo parte de las arterias femorales. Lo que el doctor para explicarlo mejor decía «ponerle pantalones» a la aorta. Este procedimiento dura aproximadamente dos horas con anestesia local, epidural, por lo que uno está consiente durante el procedimiento y la estancia posterior en el hospital es de tres días.

En cuanto al costo de ambos procedimientos, el segundo, la colocación del stent resulta mucho más caro, ( tres veces más que el otro procedimiento ) porque hay que traer del extranjero el material o stent.

Nuevamente me citaron en un mes para checar el estado del aneurisma. Yo cancelé toda mi actividad desde junio, solo caminaba en casa, los medicamentos para bajar la presión arterial y el ritmo cardíaco me hacían sentir una pesadez que solo quería dormir. El lunes 20 de agosto fui a mi cita con el cardiólogo y, el aneurisma se sentía muy grande, pues el doctor me hizo sentir como palpitaba mi vientre con solo poner la palma de la mano encima, ya era muy riesgoso andar así, me dijo que era mejor que me internara, así podrían tenerme bien controlado para evitar una disección. El jueves 23 de agosto me interné y ya no me permitieron ni levantarme de la cama.

A partir de ese día solo esperaba el momento de ir al quirófano. El Dr. Mauricio López Meneses me tenía a su cargo y me explicaba que tendrían una sesión en la que, cirujanos y especialistas decidirían qué procedimiento harían conmigo, y qué cirujano sería el encargado de operarme.

El martes 4 de septiembre vino el cirujano a mi cama a explicarme que habían decidido por la cirugía de remplazo de la aorta por un tubo y que en mi caso de Marfan es más conveniente por ser definitivo pues con el stent, habría la posibilidad de tener que operar en un tiempo para corregir nuevamente el aneurisma. Los riesgos de la cirugía son más grandes y la recuperación más lenta pero los resultados serían mejores a la larga, con lo que estuve de acuerdo.

Al día siguiente, miércoles 5 de septiembre, a las siete de la mañana entré al quirófano.
Me puse en manos de Dios, me despedí de mis familiares y entré al quirófano.
Nuevamente el Dr. Valentín Herrera era mi cirujano. Con toda confianza le dije que me ponía en sus manos. Ya nos conocemos. En broma me dice: » ya nos conocemos pero yo te conozco mejor por dentro» que El Espíritu Santo lo ilumine.

Y me sumí en un sueño profundo, tranquilo, en paz, con la confianza de un amanecer en una hermosa realidad.

Continúa en Aneurisma recurrente (y II)

6 comentarios en “Aneurisma recurrente (I)

  1. Después de leer el texto completo pude sentir el alivio que necesitaba al comprobar que finalmente se decidieron por la mejor opción. ya que hemos recibido el texto en inglés de la inoperancia de la endoprótesis en el Síndrome de Marfan, y una vez más me produce la misma emoción , existe un método más inofensivo y más rápido, pero ni siquiera eso se merecen.
    Deduzco que el continuará significa que hay un futuro y que todo ha saliso bien, ya que de haber resultado alguna de las complicaciones que pueden darse en esta citugía no hubiera podido Fernando escribir o conectarse para que nuestra querida Gloria nos hiciera conocer su historia.
    Sería muy importante volver a publicar esa contraindicación. Voy a publicarla (como si me fuera tan fácil hacerlo) para que no queden dudas que aunque parezca más sencilla a la larga derivará en otra cirugía. Somos unos cuantos Fernando que estamos en la misma fase de tu destino, es decir , llega la hora de la cirugía de reemplazo de otra parte de la aorta. En algunos se invierte la secuencia. En el caso de nuestro hijo es también la abdominal,o del otro Fer, el guerrero. El caso es tenerlo controlado, y siempre es una esperanza como dices el despertar en otra hermosa realidad, después de pasar por el proceso más doloroso que un ser humano puede enfrentar concientemente.Me gusta este testimonio porque nos da esperanza. Será que una vive con la emoción a flor de piel, intensa dolorida y alegremente la vida siempre llena de sorpresas, como esta. Gracias Gloria y gracias a ti Fernando en nombre de todas las madres de pacientes con Marfan.

  2. Hola ,quisiera compartirte q a mi tambien me opero el Dr.Valentin Herrera el dia18 de septiembre de2012 fue un cambio valvular yo iba programada para un cambio valvula mecanica pero algo paso q aun no me explico (para bien)q me pusieron la valvula biologica fue una cirugia excelente pero al salir del quirofano me desangraba internamente y entre nuevamente al quirofano ! Despues todo se normalizo dure un total de 32 dias en el Hospital Nacional de Cardiologia y me siento muy afortunada de haber sido paciente del Dr. Valentin Herrera Dios lo Bendiga!!Rakel chavez

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