Seis Virtudes: Trascendencia

Con la virtud de trascendencia culminamos este pequeño ciclo de entradas sobre las fortalezas del carácter propuestas por Martin Seligman y colaboradores, desde el enfoque de la Psicología Positiva. La trascendencia ocurre cuando vamos más allá de nuestra experiencia o comprensión vital. Las fortalezas que componen esta virtud nos ayudan a vincularnos con lo que nos rodea y nos otorgan un sentido más profundo de significado y propósito en la vida.

Las fortalezas de la Trascendencia son Gratitud, Sentido del humor, Espiritualidad, Esperanza y Optimismo. La Gratitud nos permite reconocer y expresar agradecimiento respecto a las cosas buenas que tenemos o que nos llegan, sean materiales o no. Esta semana se viralizó un video  sobre lo que nos hace felices y se trataba justamente de la gratitud.

El Sentido del humor se refiere a nuestra capacidad para relativizar y desmontar las rígidas reglas que seguimos en nuestras vidas lo que nos ayuda a trascenderla y aumentar nuestra perspectiva. Disfrutar haciendo bromas, reír y sonreír con relativa frecuencia, admitir el lado bueno de las cosas y aumentar nuestras emociones positivas y hasta mejorar nuestra salud, son cosas que nos permite el buen humor. Es importante aclarar que este sentido del humor nada tiene que ver con las burlas, con reírse de otros, al contario se trata de reírnos de nosotros mismos.

En relación a la Espiritualidad se ha definido como la fortaleza más humana y sublime y consiste en tener creencias coherentes sobre un significado y finalidad de la vida que trasciende nuestra existencia, sin embargo es importante aclarar que esto no necesariamente va de la mano con profesar una religión particular; se puede ser espiritual sin ser creyente.

Finalmente la Esperanza y el Optimismo se refieren a esperar cosas buenas respecto al futuro, creer que somos capaces de realizar acciones para que eventos favorables sucedan y ponerlas en práctica, sabiendo aceptar y reconocer que cuando no hay soluciones es conveniente un cambio de perspectiva.

Para quienes vivimos con una enfermedad poco frecuente el sentido de transcendencia y sus fortalezas son realmente un arma poderosa. Pasamos por momentos muy difíciles, por situaciones delicadas de salud en las que nos jugamos la vida, pero cuando la cosa empieza a mejorar comenzamos a hacer chistes al respecto. En mis aventuras quirúrgicas el humor siempre ha estado presente y ha sido una herramienta extraordinaria para disminuir la tensión y relativizar momentos muy duros y sobre todo muy largos.

De igual modo y aunque parezca contradictorio, la esperanza y el optimismo es algo que siempre he encontrado en mis relaciones con personas con EPoF. A veces pienso que estas experiencias difíciles que nos ha tocado vivir y de las que hasta ahora hemos salido airosos, nos entrenan para esperar cosas buenas, sabiendo también que no son producto de la suerte o el destino si no de nuestro compromiso con la salud de nuestro cuerpo.

Puedo decir sin lugar a duda que mi sentido de trascendencia se lo debo a lo debo a lo que me ha tocado vivir con Marfan. Cuando salí de mi primera cirugía de corazón tuve una imperiosa necesidad de hacer algo con eso, todo aquello que había pasado tenía que servir para algo, para alguien más. Tiempo después conocí a Badaman, Melixa, Josie, Lily y tanta gente linda que ha colaborado con nosotros en MML. El año pasado nació ALIBER y este año, junto con nuestros amigos de Ehlers-Danlos y Loeys-Dietz,  tendremos un nuevo bebé: la Asociación Venezolana de Enfermedades Hereditarias del Tejido Conectivo (CONECTIVA).

Yo solo puedo agradecer por las oportunidades que la vida me ha brindado para trascender y los seres especiales que me he encontrado en este camino y que me han hecho mejor persona.